La debacle del PRD: De ocupar la primera presidencia post Trujillo a ser un partido minoritario
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El llegar a ser considerado como partido minoritario es el resultado de una debacle del partido del Jacho, quienes en los últimos años han pasado de ser la principal fuerza opositora, a aliados del PLD mientras estos aún seguían en el Gobierno, viviendo en todo ese transcurso múltiples divisiones.
Javier Flores
LUNES, 03 MARZO 2025: La pasada semana la Junta Central Electoral (JCE) emitió la resolución 07-2025 donde categoriza a las organizaciones políticas para fines de financiamiento público, y de facto califica cuáles son los partidos mayoritarios y los minoritarios.
Los partidos mayoritarios son aquellos que alcanzaron más del 5 % de los votos en cualquiera de los tres niveles disputados en las elecciones presidenciales y congresuales del pasado mes de mayo. De estos tres organizaciones políticas quedaron con esa denominación y recibirán el 80% de los recursos económicos que entrega el Estado. Estos son el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Fuerza del Pueblo y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Lo que significaba que el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) perdió su reconocimiento como mayoritario al no lograr alcanzar el cinco por ciento en ninguno de los tres niveles electorales disputados en los comicios de mayo del año pasado, siendo el más alto el obtenido en el senatorial con un 2.55%.
En los últimos años el PRD ha pasado de ser la principal fuerza opositora, a aliados del PLD, mientras a lo interno ha sido palpable múltiples divisiones.
Donde empezaron
Aunque fue fundado en el 1939, en Cuba, no es hasta 1961 (después del ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo) que los militantes del PRD se establecen en la República Dominicana y de inmediato comienzan a preparar, de cara a las elecciones de 1962, con su fundador Juan Bosch la candidatura presidencial.
Bosch duró 7 meses en la Presidencia de la República.
Ese torneo electoral, el cual sería las primeras elecciones libres que se celebraba en el país en más de 30 años, fue ganado por Bosch, llevando al PRD a la Presidencia de la República, logrando un 58.72% y venciendo a otros tres candidatos presidenciales.
Tan solo meses después de asumir el Gobierno, Bosch sufrió un Golpe de Estado y el partido blanco no volvería a ocupar la cabeza del Poder Ejecutivo hasta 1978. En el ínterin, repetirían a Bosch como candidato presidencial en las elecciones de 1966, siendo derrotados por Joaquín Balaguer y el entonces Partido Reformista.
El inicio de los denominados “12 años de Balaguer”, Bosch alegó ser perseguido y citando “condiciones no favorables” decidió que ni él ni el PRD estarían participando en las elecciones de 1970.
La decisión de Bosch no fue bien recibida dentro de los dirigentes de su partido y tan solo tres años después, luego de varios cuestionamientos y el alce de la figura de José Francisco Peña Gómez, el mismo se vería fuera de la organización política que fundó y rumbo a crear el PLD.
Luego de esto, Peña Gómez asume el liderazgo del partido y tras decidir no presentarse en los comicios de 1974, estos llevarían a Antonio Guzmán Fernández como su propuesta para derrotar a Balaguer en el 1978.
El preside Antonio Guzmán
Guzmán Fernández lograría derrotar a Balaguer obteniendo un 52.36% de los votos. La victoria de este sumada a la senaduría del Distrito Nacional lograda por Salvador Jorge Blanco, el afianzamiento de Peña Gómez como uno de los grandes líderes políticos, el PRD parecía consolidarse como el principal partido del sistema.
Jorge Blanco y el PRD derrotarían otra vez a Balaguer en el torneo de 1982, aunque la gestión de gobierno del exsenador resultó ser cargada de denuncias de corrupción y el descontento de la población debido al alza de los productos de la canasta básica. Eso provocaría su salida de la Presidencia en 1986, a donde no volverían hasta el 2000.
Salvador Jorge Blanco es juramentado como presidente de la República.
Aunque la figura de Peña Gómez continuaba en ascenso, el PRD no logró captar el favor del electorado en 1990, cuando quedó en el tercer lugar detrás de Balaguer y Bosch.
Solo cuatro años después, los tres candidatos se volverían a enfrentar para las elecciones del 1994, las cuales se realizaron bajo constantes avistamientos de un “posible fraude electoral”.
Los resultados finales dieron como ganador al PRSC y aliados, con Balaguer como candidato, quienes obtuvieron 1,275,460 votos, una ventaja de solo 22,281 sobre el PRD y quienes consiguieron 1,253,179 sufragios.
La tensión por las acusaciones de fraude electoral llevó a Peña Gómez como Balaguer a sentarse en la mesa diálogo y ambos aceptaron en que la diferencia de votos era tan mínima que cualquiera de los dos pudo ser elegido legítimamente y entonces comenzaron a trabajar en un acuerdo para alivianar la tensión nacional que podría convertirse en el estallido de una guerra civil.
El acuerdo al que llegaron fue el denominado “pacto por la democracia” el cual consistía en realizar una reforma constitucional que, entre otras cosas, manifestaba que para ganar la Presidencia de la República el candidato debería obtener el 50% + 1 de los sufragios y que en caso de que ese resultado no se logre se realizaría una segunda vuelta; además de que se realizarían las elecciones nueva vez en 1996.
José Francisco Pena Gómez y Joaquín Balaguer en la firma del Pacto por la democracia
En los comicios del 16 de mayo de ese año, el PRD obtuvo 1 millón 270 mil votos (47%) mientras que el PLD alcanzó solo un 38%; sin embargo, al Peña Gómez no lograr alcanzar el porcentaje necesario, era necesario una segunda vuelta electoral.
Para esa contienda, la campaña agresiva del PLD en contra de Peña Gómez, en donde le fue cuestionada su nacionalidad, junto al apoyo brindado por Joaquín Balaguer y las bases del partido Reformista con el denominado "Frente Patriótico", determinaron que Leonel Fernández sobrepasara esa ventaja de 10 puntos y derrotaría a Peña Gómez para convertirse por primera vez en presidente de la República.
En ese torneo Electoral del 30 de junio, el PLD ganó la Presidencia al obtener un millón 466,382 votos, contra un millón 394,641 sufragios del PRD.
Peña Gómez fallecería en medio de la campaña para las elecciones municipales y congresuales de 1998, a la cual aspiraba como alcalde de la capital dominicana, lo que provocó que los dominicanos votaran en masa por el PRD en esos comicios preparando el camino para la victoria presidencial de Hipólito Mejía en el 2000 contra Danilo Medina
La era Miguel Vargas
Tras el intento fallido de Mejía de reelegirse en el 2004, y reformar la constitución para permitir su repostulación, Miguel Vargas Maldonado sería la persona encargada de ser el candidato del 2008, torneo en el cual a pesar de quedar en un segundo lugar, alcanzaría más de un millón de votos para consolidarse como la nueva cara de ese partido.
Vargas Maldonado obtendría la presidencia del PRD en el 2009 un mes antes firmará el afamado “Pacto de las Corbatas Azules” con Leonel Fernández en donde este comprometía al partido blanco a apoyar la reforma constitucional propuesta por el entonces líder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que además de varias modificaciones especificaba, eliminar la figura del “nunca jamás” de la reelección presidencial establecida por Mejía en el 2004 y volviendo a traer el modelo de la Constitución del 1994, que habilitaba automáticamente a Fernández para poder aspirar una nueva vez, tras un receso en 2012
Desde ese momento, Vargas Maldonado y el expresidente Mejía comenzaron a generar fricción con relación a quien tenía el liderato definitivo del PRD y a partir de entonces, se abrieron dos frentes dentro del partido blanco, los que seguían al excanciller y quienes seguían al exmandatario.
El enfrentamiento entre ambos líderes perredistas durante la contienda interna del 2011, en donde Mejía y Vargas Maldonado se disputaban la candidatura presidencial del 2012; tanto el excanciller como el expresidente de la República se acusaron mutuamente de fraude, mientras que los primeros boletines no salieron hasta más de 10 horas de clausuradas las urnas. Sin embargo, entre el conflicto, una comisión dictó como oficiales los resultados en donde Mejía vencía Vargas Maldonado (54% a 46%) y un mes después llegaron a un acuerdo para detener las rencillas y trabajar en la campaña electoral.
El arreglo a tiempo de las diferencias casi logra que la candidatura de Mejía venza al PLD, que presentaba a Danilo Medina como candidato, luego de obtener más de dos millones de votos y un 46.95% a su favor, colocando al PRD en una buena posición para los comicios del 2016.
Sin embargo, en vez de construir sobre ese porcentaje, las pugnas internas volvieron por sus fueros y cada vez se iban haciendo más intensas con las elecciones para elegir a las nuevas autoridades del partido asomándose; por un lado, Miguel Vargas buscaba seguir siendo el presidente mientras que Mejía consideraba que tras los últimos resultados era necesario un cambio en el mando del partido blanco; siendo marcada con el sometimiento de la expulsión de Vargas Maldonado del partido, cosa que fue rechazada por el Tribunal Superior Electoral (TSE).
Luego de allí la crisis se continuó agudizando y cuando en 2013 Vargas Maldonado logró obtener la presidencia nueva vez, a pesar de todos los reclamos de fraude, el mismo suspendió y expulsó al entonces secretario general de ese partido, Orlando Jorge Mera al acusarlo de ser el precursor del sometimiento de expulsión, inmediatamente después de que fuera juramentado oficialmente.
Seguían los debates y los enfrentamientos entre ambos bandos, a pesar de diferentes intervenciones de mediadores de la categoría del fenecido monseñor Agripiño Núñez y el expresidente de Panamá, Martín Torrijos, unas declaraciones del excanciller en 2014, en donde se mostraba a favor de apoyar la reelección del entonces presidente Medina fueron el punto quiebre para que se fluctúe la división y con Mejía, Luis Abinader y otros dirigentes marchándose hacia la Alianza Social Dominicana (ASD), partido fundado por el padre de Luis, José Rafael Abinader, el cual convirtieron en el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Tras la salida de esa corriente, Vargas Maldonado se aliaba al PLD y en 2016 presentarían al entonces presidente Medina como su candidato presidencial.
El PRD no volvería a presentar un candidato presidencial propio hasta el pasado 2024, cuando el exfuncionario volvería a encabezar la boleta de ese partido, obteniendo 0.45% de los votos.
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