Nuestra cena de Nochebuena fue una malta con un pan": el testimonio de afectados por inundaciones

 

Miles de familias en Puerto Plata enfrentan desolación y claman por reubicación tras lluvias históricas

JUEVES, 26 DICIEMBRE, 2024: "¡Todo se perdió!", con esas palabras Francisco Aguiló Martínez, un vigilante privado de Villa Melecia, resumió la tragedia vivida tras el desbordamiento de los ríos Bella Vista y Camú, que dejó a miles de familias sin techo ni pertenencias en el municipio Monte Llano, Sosúa y otras localidades de la provincia Puerto Plata.

Aguiló, cuya vivienda fue visitada el martes 24 de diciembre por el presidente Luis Abinader, narró que su Nochebuena se redujo a una malta y un pan, tras perder sus muebles, colchones y hasta los 31 mil pesos que había ahorrado de su doble sueldo.

"Dormimos en el suelo mi esposa y yo, porque no quedó nada. El presidente prometió soluciones, pero yo lo que le pedí fue que nos saquen de aquí", expresó con angustia.

Las intensas lluvias que azotaron Puerto Plata provocaron la crecida de los principales ríos y arroyos, causando inundaciones en los municipios San Felipe, Sosúa, Montellano y otros distritos.

En Villa Melecia, Monte Llano, se reporta que más de 1,500 viviendas quedaron bajo el agua, con el nivel del río superando en altura a muchas casas.

En Sosúa, sectores como Maranatha y Pueblo Nuevo también enfrentaron deslizamientos de tierra que obstruyeron el tránsito.

Juan Checo, un comerciante de la zona, logró salvar algunos colchones luego de elevarlos, pero perdió electrodomésticos como freezers y estufas.

Promesas de ayuda

El presidente Abinader, acompañado por el ministro José Paliza, prometió un plan para construir 500 viviendas en terrenos disponibles y atender a los damnificados.

"Vamos a resolver lo prioritario y construir un muro de gaviones como medida temporal", afirmó el mandatario.

Sin embargo, para residentes como Rafael Alfonso Canario, esto no es suficiente. "La solución definitiva es el desalojo total de las familias de esta zona", señaló.

Historias de dolor y resiliencia

Porfiria Martínez, paciente de cáncer y residente en Villa Melecia, contó cómo el agua la sorprendió en su cama, dejándola sin fuerzas para salvar sus pertenencias.

"Perdí ropa, colchones y mercancías. Esta vez el río subió como nunca antes", dijo entre lágrimas.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) mantiene la provincia en alerta amarilla, mientras continúan los reportes de daños.

Según datos preliminares, miles de personas han resultado afectadas, y las autoridades trabajan en la evaluación y planificación de asistencia.

Desde este jueves 26 de diciembre como prometió el presidente Abinader, se iniciará el despliegue de las distintas instituciones del gobierno para llevar alivio temporal a las familias afectadas.

Un llamado a la acción

Otros de los consultados en Sosúa y Montellano dijeron que la tragedia ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de estas comunidades frente a fenómenos naturales, exacerbada por la falta de infraestructura adecuada y respuestas previas insuficientes.

Afirmaron confiar en que la promesa de nuevas viviendas y obras de contención sea una luz de esperanza, pero para familias como la de Francisco Aguiló, que solo cenaron una malta y un pan en Navidad, el alivio no puede llegar lo suficientemente pronto.

Según el Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet), en lo que va del mes de diciembre han caído 687 milímetros de lluvia en la provincia, una cifra que supera con creces el promedio mensual habitual. Particularmente, el lunes 23 de diciembre se registraron 158 milímetros de precipitación en un solo día, saturando los suelos y desencadenando inundaciones severas en municipios como Monte Llano y Sosúa.

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