Inexplicable beligerancia de la OEA: Almagro atiza confrontaciones
EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.
Por NELSON ENCARNACION
Fuente: almomento.net
VIERNES, 09 AGOSTO, 2024: La OrganizaciĆ³n de los Estados Americanos (OEA), al igual que todos los organismos surgidos concomitante o posteriormente en Ćfrica, Asia, etc., tuvo desde sus inicios la vocaciĆ³n hacia la bĆŗsqueda de la concordia entre las naciones, procurando siempre apaciguar los conflictos de forma tal que la convivencia civilizada fuera su principal divisa.
La denominada soluciĆ³n pacĆfica de las controversias es principio fundamental que marca la pauta a la OrganizaciĆ³n de las Naciones Unidas, en primer lugar, y a esos Ć³rganos regionales, de manera particular, en este caso la OEA.
Sin embargo, un resbalĆ³n muy relevante en el discurrir de la OEA fue haberse convertido en prestanombres para lavarle la cara a la intervenciĆ³n de tropas estadounidenses en nuestro paĆs en 1965, una afrenta por la cual en esa organizaciĆ³n nunca se ha dado una disculpa sincera a la RepĆŗblica Dominicana.
Luis Almagro concluye su gestiĆ³n como secretario de la OEA - Diario Libre
Luis Almagro
Luego de aquella canallada de la OEA, hay que decir que el organismo regional se habĆa cuidado de no ser parte beligerante en ningĆŗn conflicto interno de los paĆses miembros, hasta que—por no se sabe cuĆ”l accidente del destino—vino a recalar a su direcciĆ³n un personaje lĆŗgubre y nefasto como Luis Almagro.
Este individuo, cuyo mandato de largos y tristes 10 aƱos estĆ” llegando a su fin, se les escabullĆ³ a los lĆderes del Frente Amplio en Uruguay, a quienes simulĆ³ ser un tipo de avanzada, cuando en realidad era una quinta columna, a quien el presidente Pepe Mujica—de cuyo mandato fue canciller durante cinco aƱos—una vez conocido su pelaje de truhĆ”n le retirĆ³ su amistad en una carta de leyenda.
Y es que Almagro, lejos de ser un ente conciliador y abanderado de solucionar pacĆficamente las disputas, tiende a posicionarse en uno de los bandos para sembrar cizaƱa y atizar las confrontaciones.
Ese no puede ser el papel de quien dirige una organizaciĆ³n de la categorĆa de la OEA, aunque estĆ© tan desacreditada, sino que deberĆa constituirse en pacificador y no incendiario como ha sido el triste accionar de un uruguayo que deshonra su gentilicio.
En cualquier momento, Almagro deberĆ” responder por su actitud sediciosa que pone en serio riesgo a millones de personas cuando incita a un paĆs poderoso a arremeter militarmente contra uno mĆ”s dĆ©bil.
Por una infeliz coincidencia, en el pasado otro uruguayo, el seƱor JosĆ© A. Mora, precisamente sirviendo como secretario general de la OEA, estampĆ³ su firma para la formaciĆ³n de una malhadada Fuerza Interamericana de Paz que vino a la RepĆŗblica Dominicana a barnizar la invasiĆ³n estadounidense.
Al parecer, el seƱor Almagro, carente de honor, se sentirĆa muy complacido si pudiese imitar a su compatriota autorizando la formaciĆ³n de un ejĆ©rcito multinacional para atacar otro paĆs.
Pero, estĆ” fehacientemente demostrado que los canallas nunca acaban bien.
Nelsonencar10@gmail.com
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