LA EDAD DEL ORO

                                  

Por Jenny Matos         

VIERNES, 12 JULIO, 2024: Después de la menopausia y la andropausia, el cuerpo nos somete a realizar algunas pausas. Esto se debe, a que los expertos señalan, que durante la transición a la menopausia y después, los cambios hormonales en la mujer, suelen aumentar el riesgo de ciertos problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares y osteoporosis. Por su parte, los hombres cuando el sistema inmune ataca en la andropausia, destruyen el tejido testicular como en el lupus eritematoso sistémico. 

Aparecen problemas cardiovasculares, afecciones de la tiroide y se corre el riesgo de que asome la diabetes.

Es cuando descubrimos que no somos los chavales del ayer. No es solo pintar canas, estamos envejeciendo y reconocerlo y aceptarlo, es un paso agigantado. No imaginan la cantidad de personas que tienen fobia a ponerse viejos, y es cuando más los años atacan. El bisturí disimula por fuera, pero por dentro no hay maneras de esconder la realidad. Más, si se ha vivido una vida sedentaria, comiendo lo que sea y sin hacer ejercicios. Es donde llegamos a la edad de oro.

La edad del oro, es, pues, cuando oro por mis piernas, oro por mis riñones, oro por el corazón, oro por los huesos, oro por la circulación. Somos coches que han viajado mucho por la vida y hay que estar dándonos mantenimiento, para engrasar el óxido del tiempo. No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. Salmos  71:10. Si leen el verso 18, pondrán notar que el salmista clama nueva vez por protección para esa temporada álgida de la vida.

Si bien, con los años se desarrollan grandes capacidades, no es menos ciertos, que también se pierden algunas habilidades; sobre todas las motoras. El salmista estaba claro de que poseía la capacidad de hacer algunas cosas por sí mismo, pero llegaría el tiempo, donde no se podría valer, porque sus fuerzas lo abandonarían y pedía la protección y amparo de Dios, para cuando llegase ese momento. No había llegado la edad del oro y ya oraba, para que cuando eso aconteciera, tener oraciones en camino.

Creo que la repuesta de Dios, a estas oraciones del salmista es: Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; 6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Hebreos 13:5-6. 

En la edad del oro quizás, pero seguros de que el desamparo de los hombres, solo produce el amparo de Dios.

Nota recibida De: Juan Matos <jm818420@live.com>


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