Fábula de la estrella de mar y la estrella celeste
Por Jenny Matos
VIERNES, 24 MAYO, 2024: Había acaecido el esplendor de la tarde, dando paso a una noche estrellada. Los astros se vislumbraban centellantes a la distancia, pero una estrella muy brillante, la segunda más próxima de la tierra después del Sol. Esa que se llama Alfa Centauri, también conocido como Rigil Kent, al estar tan sola, a acostumbrada a brillar estaba ávida de alguien fastidiar.
Como las demás estrella de ella se alejaban, por considerarla fanfarrona y egocéntrica, decidió aguzar la mirada hacia la tierra, y vio con ojos eclipsados a una estrella de mar, que boca arriba en la arena contemplaba el firmamento, deleitándose con el espectáculo de luces que le regalaba la galaxia.
— ¿! Quién lo diría, una estrella de mar embebida con una estrella del cielo!? —. Pensar estrellita de mar que tú nunca vas a poder brillar. Platicó el astro en forma burlona.
—He visto tantos luceros del cielo caer, que me ha parecido bien ser una estrella de mar. Impertérrita, sin ninguna muestra de inmutación le respondió el equinodermo.
—Es más difícil haber sido una estrella brillante y pasar a ser millones de moléculas esparcidas en el espacio sideral, tragadas por un hoyo negro. Yo aquí nadando en el mar no le hago mal a nadie. Así que, mejor déjeme aquí vivir mi vida feliz y sigue en el cielo brillando. No te imaginas como me admiran los humanos, ya que hasta me cargan en sus manos y a ti nunca te podrán tocar. Soy objeto de conservación y de reservas mundial y hasta preso pueden caer si alguno es sorprender haciendo algún mal y eso que sólo puedo nadar y “nunca ni una chispita he alumbrado”.
Quiso volver a hablar la estrella desde lo alto, cuando una lluvia de estrellas fugaces caían de bruces bajando. Impresionada a un grado tal, viendo que la estrella marina acostada desde la arena, trataba de contar cada meteoro que se precipitaba en cadena. Se percató que desde lo alto quien cae se golpea más duro, dejando una batahola de comentarios.
Luego se escuchó la noticia intergaláctica vociferar que un agujero negro devoró a una supernova y después de tanto brillar la oscuridad la embargó hasta la luz apagar.
Miró a su alrededor a las demás estrella brillar que no dejaban de murmurar que había muerto una gran estrella, ¿Ahora cuál será la brillante? ¿Cuál será la más bella? Se percató que en el ambiente donde estaban muchos anhelaban que fueras una estrella apagada, para poderse destacar. Así que dejó a aquella estrella disfrutar del panorama de luz que la noche le brindaba y se escondió toda la noche detrás de una nube oscura, ya que el ambiente estaba caldeado y era ella parte de lo que se había propiciado.
Moraleja: El hecho de tener la virtud de tener una luz impresionante, ya es un motivo de tener enemigos. Toda estrella corre el riesgo de aventurarse un día y aproximarse a un hoyo negro y ser engullida por los peligros de la fama o la vanidad. Ya tenemos muchos problemas para generar otros males, quien brilla que se asegure de poder permanecer con la mecha encendida. ¡Porque hoy puede estar claro, mañana quizás oscurecido! Seamos responsables con la luz de nuestras lámparas.
Estrella que apaga a otra estrella, contra una pared se estralla, porque dos estrellas que resplandecen hacen más brillante la noche.
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