“Tuve que salir de la casa a pasar trabajo, y pude emprender”

 

Por Martín Polanco

Andrea Faustina Malena está enfocada en la elaboración de quesos artesanales que son solicitados por la clientela

DOMINGO, 28 ABRIL, 2024: Andrea Faustina Malena Sánchez tiene una historia que califica para ser contada: Es una emprendedora dedicada que ha sabido trillar el camino y superarse en términos personales.

Ubicada en la productiva provincia Sánchez Ramírez, Andrea ha forjado su camino en la industria de los quesos artesanales. Su marca, Queso Malena, es más que un producto; es el resultado de años de trabajo arduo y la pasión por ofrecer un producto de calidad a sus clientes.

En una conversación sincera con el periódico elCaribe, Andrea comparte los desafíos que ha enfrentado en su camino. “Para mí emprender no ha sido nada fácil”, confiesa.

“Tuve que salir de mi casa y pasar muchísimo trabajo. Emprendí en algo de lo que no sabía nada; un gran error inicial”, agrega.

Sin embargo, lejos de rendirse ante las adversidades, Andrea encontró en el fracaso una oportunidad para aprender y crecer. Después de enfrentar obstáculos financieros y personales, incluido el rechazo de personas cercanas y hasta de su propia familia, se aferró a su sueño. Y no se ha zafado de él, pero ya lo ha convertido en un proyecto.

“Quebré, perdí todos los ahorros que tenía”, recuerda. “Pero no me rendí. Busqué asesoría, capacitación y conseguí un microcrédito que estaba adaptado a mi negocio. En ocho meses, pagué todas las deudas y hoy genero excedentes que me permiten crecer”, rememora, dejando al descubierto la satisfacción que le genera la plática sobre el tema.

Con su casa convertida en un centro de producción improvisado, Andrea ha transformado su pasión por la elaboración del queso en un negocio que cada día va dando dividendos; de a poco, pero avanzando. Desde la coagulación hasta la maduración, cada etapa del proceso es realizada con cuidado y dedicación, lo que resulta en un producto natural y delicioso que ha ganado la lealtad de una amplia clientela.

Pero para Andrea, el éxito va más allá de los números en una hoja de balance. Su negocio no solo le ha brindado estabilidad financiera, sino que también le ha permitido cuidar de su familia, incluida su madre afectada por Alzheimer. Con cinco empleados a su cargo, Andrea no solo comparte su conocimiento sobre la agroquímica y la elaboración de quesos, sino que también proporciona oportunidades de empleo en su comunidad.

Detrás de lo que hace la trabajadora dama y muchos otros emprendedores dominicanos se encuentra un apoyo invaluable: la Fundación Dominicana de Desarrollo (FDD). Desde su creación en 1966, la FDD ha sido un pilar en el desarrollo económico y social del país, proporcionando créditos a tasas blandas y programas de capacitación para miles de emprendedores en todo el país.

Con más de 50 años de historia, la FDD ha dejado una huella indeleble en la República Dominicana, adelantándose al concepto moderno de Responsabilidad Social Corporativa y siendo pionera en el microfinanciamiento en el país.

Con cerca de 20,000 beneficiarios activos y programas que cambian vidas, la entidad continúa su misión de crear más y mejores oportunidades para todos los dominicanos.

La dedicación de la mujer no solo se refleja en la calidad de sus productos, sino también en su compromiso con su familia y su comunidad.

A través de su negocio, no solo ha encontrado el éxito personal, sino que también ha creado empleo y oportunidades para otros, demostrando que el emprendimiento puede ser un motor poderoso para el desarrollo local.

Referencia

En la provincia Sánchez Ramírez la emprendedora mujer no requiere ser presentada, es bastante conocida.

8 meses

Fue el tiempo en el que la trabajadora Andrea Faustina pudo cumplir con sus compromisos de deudas.


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