Dos décadas cultivando la tierra y cuatro hijos meritorios
Bernardo Gutiérrez es un trabajador y dedicado hombre cibaeño que ha sabido avanzar en la vida, que puso a parir la tierra y representa dignamente a Bonao
DOMINGO, 17 MARZO, 2024: Bernardo Gutiérrez, un agricultor de 55 años originario de Bonao, provincia Monseñor Nouel, ha dedicado las últimas dos décadas a cultivar las tierras fértiles de su región y está dispuesto a lograr más.
En un entorno caracterizado por su intensa actividad agropecuaria, Bernardo ha demostrado ser un hombre trabajador y organizado, dedicando su pasión y esfuerzo a la siembra de productos que satisfacen las demandas del mercado local. Su nombre se asocia al esfuerzo.
Ha logrado no solo prosperar en su negocio agrícola, sino también brindar a sus cuatro hijos la oportunidad de acceder a una educación de calidad. Gracias al éxito de su empresa y al manejo cuidadoso de préstamos, ha podido costear carreras universitarias exigentes para sus hijos, los que ahora destacan en diversos campos.
Todos han estado en la línea de estudiantes meritorios. “El mayor de mis hijos es artista plástico (pintor) destacado a nivel internacional, la segunda es licenciada en administración turística y hotelera y, las dos más pequeñas están terminando derecho y medicina; carreras caras que yo les pude pagar gracias al buen manejo de mi negocio y de los préstamos que he recibido para evolucionar”, dice el trabajador hombre, con tono de satisfacción.
El verde musáceo
La empresa agrícola de Bernardo no se limita a la siembra de guineo, aunque esta sea su actividad principal. Con la meta de expandir su producción, Bernardo tiene planes ambiciosos para aumentar la cosecha de café y ampliar la siembra de limón y naranja agria. Además, mirando hacia el futuro, aspira a establecer una granja avícola en terrenos que ya posee, con la visión de contribuir al desarrollo del ecoturismo en la región.
La generosidad y solidaridad de Bernardo se reflejan en su comunidad. Después de atender a sus clientes, no duda en compartir los excedentes de sus cosechas con aquellos que más lo necesitan. Su conocimiento experto en técnicas de siembra y el cuidado de las plantas ha llamado la atención de muchos, quienes reconocen su habilidad para obtener plantaciones prósperas en un entorno donde otros han enfrentado dificultades.
Con 10 hectáreas en su propiedad, Bernardo produce un promedio de 35 mil unidades de guineo cada mes, generando empleo para dos trabajadores permanentes y contratando entre seis y siete empleados temporales durante las temporadas de cosecha. Además, ha recibido respaldo financiero de la Fundación Dominicana de Desarrollo (FDD), una organización sin fines de lucro comprometida con el progreso económico y social del país.
La FDD, fundada en 1966 en un momento crucial de la historia dominicana, ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo del microfinanciamiento, al proporcionar apoyo y capacitación a miles de emprendedores como Bernardo en todo el país. Con casi 20,000 beneficiarios activos y una amplia gama de programas educativos y de capacitación, la FDD sigue como un catalizador para el desarrollo empresarial y comunitario en la nación caribeña.
Suma de un lado y de otro
El éxito de Bernardo en el campo agrícola no solo ha transformado su vida y la de su familia, sino que ha contribuido al progreso económico y social de su comunidad.
Su compromiso con el desarrollo agrícola y la generación de oportunidades en su comunidad es evidente en cada acción que emprende, acciones que han sido conocidas por el periódico elCaribe en una conversación sostenida. Su enfoque en mejorar y expandir su negocio va más allá de sus propios intereses, ya que busca contribuir al crecimiento económico y social de su entorno.
Con una mentalidad visionaria, Bernardo está constantemente buscando nuevas formas de innovar y diversificar sus actividades agrícolas. Su planificación a largo plazo incluye no solo aumentar la producción actual, sino también explorar nuevas áreas de negocio, como el ecoturismo, que pueden generar beneficios adicionales para su comunidad y el medio ambiente.
Además de ser un empresario exitoso, Bernardo es un líder inspirador en su comunidad. Su ética de trabajo, su generosidad y su compromiso con la excelencia son cualidades que inspiran a otros a seguir su ejemplo. Es un mentor para muchos jóvenes emprendedores que ven en él un modelo a seguir en su camino hacia el éxito. El trabajador y emprendedor hombre reconoce que el respaldo financiero y técnico proporcionado por la FDD ha sido fundamental para el crecimiento y la expansión de su negocio, permitiéndole alcanzar metas que de otra manera habrían sido inalcanzables.
Su dedicación a la agricultura y su compromiso con el progreso de su comunidad son algo así como un retrato del espíritu emprendedor que impulsa el desarrollo de la República Dominicana.
En un país donde el sector agrícola desempeña unos papeles cruciales en la economía y el bienestar de la población, emprendedores como Bernardo son fundamentales para el crecimiento y la sostenibilidad a largo plazo.
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