“Fui sentenciado a 30 años sin hacer nada”, el grito desesperado de Andrés Adames desde la cárcel de La Victoria
“Me dieron aviso: lo andan buscando y yo no sabía quién me andaba buscando”
Por Jazmín Figueroa
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DOMINGO, 23 JULIO, 2023: Diecisiete años después de la fatídica noche que lo llevó tras las rejas, Andrés Adames, quien antes de llegar a la cárcel se buscaba el sustento como Varillero, narra la forma en que su vida dio un giro trascendental, al ser acusado de un homicidio que asegura no haber cometido.
“Supuestamente un hermano mío que le llaman Freddy tuvo una discusión con el occiso en un colmado, Biembo (como se le llamaba al difunto) le dio una galleta al hermano mío y el hermano mío fue y lo amenazó a su casa con el nombre mío. Le dijo no te apures que eso no se va a quedar así y al otro día lo mataron”, relata
Andrés Adames Reynoso relata la manera en que fue vinculado al hecho.
Registrado con la ficha No. 364986, Andrés Adames Reynoso, ingresa a prisión en fecha 09-02-2007 siendo recluido en el Centro de Corrección y Reinserción de La Victoria, conforme se vislumbra en una certificación de la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales, firmada por el Coronel Roberto Hernández Basilio, Director General de Servicios Penitenciarios y Correccionales.
Decidido a demostrar su inocencia, mediante un video en las redes sociales Adames Reynoso da a conocer su caso. En el audiovisual testifica que no fue culpable del homicidio; asegura que ya sabe quiénes fueron los verdaderos responsables con testigos claves, por lo que pide se haga justicia.
En una llamada telefónica desde la cárcel de la victoria el interno revela detalles a la prensa.
Adames dice que cuando ocurrió el crimen fueron a buscarlo al sector de Los Alcarrizos, donde se encontraba en una casa de una enamorada que tenía llamada Yahaira.
“Me dieron aviso: lo andan buscando y yo no sabía quién me andaba buscando”.
Caminando hacia su casa se da cuenta del problema
“Cuando yo voy bajando a mi casa el mismo que fue a avisarme que andaba en un motor y yo andaba a pie, pues volvió a pararme y me dijo ¿Usted no sabe que mataron a Biembo?
Dije: yo no sé, a lo que él me responde: dicen que fue usted que lo mató”.
En ese momento Andrés pensó que se trataba de un relajo o un mal chiste de barrio pero paso algo que le permitió entender la realidad.
“Fue y me buscó un policía llamado Cesar Prenda, me llevaron al destacamento y ahí fue que entendí que era verdad”.
En el destacamento se encuentra con dos de sus hermanos, un joven del barrio llamado Héctor, el cual se encontraba conversando con el difunto en el momento del hecho. También estaba presente el que había tomado la pistola con la que habían matado a Biembo. Este último presencia el hecho pero Adames asegura que el mismo es quien testifica no haberlo visto. Todos estos estaban en calidad de testigos y posibles implicados en el crimen.
¿Cuáles testigos aparecen en el expediente incriminando a Andrés Adames Reynoso?
“Hay una menor que tenía 13 años en ese entonces que le llaman Bleimy, ella es la que figura en el expediente diciendo que ella me vio”, asegura Andrés Adames al preguntarle de las pruebas que existen en su contra.
El padre de Bleimy luego de un tiempo fue a buscar su abogado para desestimar pero el proceso estaba complicado por todos lados. Su defensa le dice que esas declaraciones debían hacerlas desde el principio, antes de la sentencia, pues ya no había tiempo, declara.
Al preguntarle sobre otros testigos en el expediente añade el nombre de “Héctor”, personaje anteriormente mencionado cuando Andrés Adames llega al destacamento.
“A Héctor lo he llamado varias veces para preguntarle ¿Por qué él no ha hablado de la muerte de Biembo? y él lo que me responde es que eso fue lo que Dios permitió para salvar mi alma”.
En el momento que llegaron los matadores Héctor y Biembo estaban conversando. Este también cayó preso pero lo sacaron a los dos días incluyéndolo como testigo, conforme a las declaraciones.
¿Qué pasó aquí?
El abogado nunca presentó los verdaderos testigos. Los nombres de las personas que se encontraban no estaban presentes, y al momento de llamarlos, el mismo abogado respondía: ¡no vino!
“Mis testigos nunca fueron escuchados, todo el tiempo estaban ahí, esperando que los llamaran; le dije al abogado pero esos no eran los nombres de mis testigos”.
Adames Reynoso asume la condena hasta el día de hoy, donde tiene 17 años recluido en prisión. Nos cuenta que incluso las copias de su expediente las perdió y con ello las esperanzas, hasta que surge una nueva posibilidad que lo impulsó a recobrar la valentía.
Surgen nuevos Testigos en el caso
Luego de 17 años aparecen nuevos testigos en el caso dispuestos a colaborar para que Andrés Adames compruebe su inocencia y obtenga su libertad absoluta.
En videos realizados por estos testigos afirman que fueron personas del mismo barrio quienes lo hicieron. Estos despertaban el miedo de todos en el barrio y por tales razones prefirieron no hablar en ese momento. Hoy tienen la valentía para ir donde lo llamen a testificar.
Los nombres de los testigos son: José Ariel Rodríguez Ramírez, Carla Morillo y Starling (no dice apellido), quienes aseguran la inocencia de Andrés Adames Reynoso.
En la conversación, Andrés Adames declara que estos nuevos testigos no han sido escuchados, aunque se ha apelado para ello.
“El tribunal constitucional mandó para escuchar los testigos míos a la suprema y la suprema me declaró inadmisible. No lo aceptaron los testigos, nunca lo han aceptado”, expresa.
Adames expresa que la familia del fallecido está consciente de quienes fueron los responsables de la muerte de su pariente, y esta información también es conocida por fuentes oficiales, pero temen que él los demande si sale de prisión, razón por la cual prefieren dejar las cosas así.
Relata haber hablado con el hijo del fallecido, quien le confirmó que no cree que él sea responsable del crimen; el joven le pide que no tome represalias con sus hermanas.
Andrés sostiene que es un hombre de Dios y que su deseo no es buscar venganza, sino que también los responsables comprendan la verdad y retiren la querella en su contra.
La vida en la cárcel de La victoria
Seis meses pasaron luego de que Adames decidiera entregar su vida a Dios. Actualmente tiene 5 años pastoreando en la cárcel de La victoria, en la Iglesia Evangélica Pentecostal Isaías 51:14. La fe en Dios le ha dado fuerza para seguir adelante. Aunque apela a que se compruebe su inocencia describe su experiencia en la cárcel como de bendición.
Durante el tiempo en la cárcel de La Victoria ha realizado diversos cursos, además de colaborar en la capacitación de hombres en el penal, a fin de que cuando salgan puedan reinsertarse en la sociedad como hombres de bien, con quienes conjuntamente realiza deportes como el baloncesto.
En el tiempo encarcelado ha enfrentado duras perdidas como la muerte de su madre.
“Mi madre murió estando yo aquí… cuando comencé el pastoreando mi madre murió”.
Destaca la participación y apoyo de su familia en su vida; mantiene la esperanza de salir y encontrarse con su único hijo, el cual tenía la edad de tres años cuando su padre fue encarcelado.
Andrés Anhela reintegrarse en la sociedad nuevamente y formar una familia.
La búsqueda de justicia se ha convertido en la misión de Andrés Adames, quien enfrenta la angustia de estar privado de libertad durante tantos años por un crimen que asegura no haber cometido
Continúa uniendo fuerzas para demostrar su inocencia. El hecho de no ceder a declararse culpable puede hacer que presente obstáculos para obtener la libertad condicional, sin embargo se niega a pasar el resto de sus días firmando hasta cumplirse los 30 años sin haber hecho nada, tal como declara.
Adames sigue luchando desde la cárcel de La Victoria para que se escuchen sus testigos y se haga justicia en su caso, en la esperanza de que algún día pueda recuperar la libertad.
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