Atentado con bomba lesiona a un senador y a dos dirigentes del PRD
MARTES, 23 MAYO 2023: El senador perredeísta Pablo Rafael Casimiro Castro, representante de la provincia de Pedernales, y dos dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), resultaron gravemente quemados tras explotar una bomba en el jeep en que se transportaban.
Al conmemorarse el 56 aniversario en este mes de mayo, la Zona Retro rememora el acontecimiento mediante un reportaje especial citando los detalles sucedidos en el hecho que casi cobra la vida de tres importantes dirigentes del PRD.
Atentado
La noche del 4 de mayo de 1967, una bomba incendiaria fue lanzada contra el senador perredeísta Pablo Rafael Casimiro Castro en una calle de la capital ocasionándole serias quemaduras por todo el cuerpo, al igual que dos dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en Azua, que lo acompañaban en el jeep y que también resultaron gravemente quemados.
El senador y otro herido, fueron llevamos a la clínica Abel González, donde se dijo que el estado de Casimiro Castro era de pronóstico reservado.
Pablo Rafael Casimiro Castro
Los dirigentes azuanos fueron identificados como Manuel Mota Ferreras y Guillermo Lugo Heredia, quienes tenían quemadura de menor importancia de las que recibió el legislador.
Quien dirigó las operaciones de atenciones médicas a los lesionados fue el doctor Roberto Sánchez Sanlley, quien informó que no podía expedir certificados médicos definitivos, pero que Casimiro Castro presentaba quemaduras de primero y segundo grados en un 40 por ciento de su cuerpo.
Cronología
El hecho ocurrió a las siete y cuarenta y cinco de la noche, frente a la casa número 100 de la calle Padre Billini. El primer informe de los médicos fue dado a las once de la noche, luego de estos llegar y ser atendidos por los doctores de la clínica Abel González.
Según informaciones publicadas en el periódico El Caribe, para ese entonces se había dicho que un artefacto que no provocó estruendo explotó dentro del jeep que ocupaban los tres hombres, en el instante en que el vehículo detuvo la marcha.
Un hombre que dijo estar cerca del lugar de los hechos, relató que vió cuando los ocupantes del vehículo salieron desesperadamente, luego de realizar un gran esfuerzo por abrir una de las puertas del jeep.
Matos Ferreras, uno de los perredeístas quemados, dijo en la clínica que se dio cuenta de que el artefacto fue lanzado por dos hombres que iban montados en una motoneta marca Honda.
Sin embargo, expresó que no pudo reconocer a ninguno de los ocupantes, porque sintió inmediatamente un ardor en su cuerpo.
No fue posible conversar con Casimiro Castro en la clínica, este solamente se quejaba de los fuertes dolores que padecía. Sin embargo, varias personas que se encontraban en el centro médico dijeron que el senador había manifestado a una de las personas que lo trasladó del lugar del hecho, que vio cuando uno de los hombres que iban en el motor lanzó la bomba.
La bomba
Un médico en la clínica Abel González describió el artefacto lanzado como hecho de una materia mezclada con fosforo blanco.
Diez minutos después de la explosión, se encontró en el lugar del hecho un saco perteneciente a uno de los lesionados. La prenda de vestir estaba degradada completamente por el fuego y despedía un humo blancusco. El asiento delantero del vehículo resultó semidestruido. La Policía dijo que había encontrado dentro del Jeep un fragmento del artefacto.
A eso de las diez y media de la noche se presentó a la clínica el coronel Jorge Balderas, jefe del Servicio Secreto de la Policía. Explicando que a esa hora no se tenían pistas de los autores del hecho, aunque se había dado inicio a las investigaciones.
Más tarde, el oficial se dirigió a la habitación donde se encontraba, después de ser operado, el perredeísta Matos Ferreras. Le realizó una serie de preguntas, con las cuales se determinó que no reconoció ninguno de los atacantes.
Guillermo Lugo Heredia fue trasladado al hospital Padre Billini. En ese centro no se dio a conocer el diagnóstico médico.
Versiones del atentado
Otras versiones del hecho señalaban que al parecer los atacantes mantenían en asecho las víctimas, ya que Casimiro Castro y los demás visitaban con frecuencia la casa número 100 de la calle Padre Billini, entre la Estrelleta y la Pina.
Esa residencia era de una señora que formaba parte de la directiva de la rama femenina del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Se decía que desde hace tiempo visitaban allí líderes políticos del Partido Blanco y personas ligadas a las actividades de esa entidad política.
Se atribuía también la posibilidad, debido a un rumor, de que la bomba pudo haber sido colocada dentro del Jeep para que explotara al abrirse la puerta, esto fue descartado con las declaraciones de un joven que se encontraba en una casa frente al lugar del suceso. El testigo que no dio su nombre, pero dijo que cuando ocurrió la explosión todavía la puerta del vehículo no se había abierto.
Cuando se dijo, en principio, que la bomba había sido colocada dentro del jeep, la Policía trató de investigar la procedencia del vehículo.
Sin embargo, muchas personas que vivían en el mismo sector, afirmaron que con mucha frecuencia habían visto el jeep que fue atacado estacionado en el mismo lugar. Se determinó entonces, que el vehículo, de marca Toyota placa 46514, era propiedad del congresista.
Cuando ocurrió el hecho, el senador y sus ocupantes se disponían entrar a la casa citada. No se pudo saber desde donde venían los tres.
Resultados médicos
El doctor Víctor Suero, quien prestó atenciones médicas a Matos Ferreras, dijo que este presentaba quemaduras de primero y segundo grados en un 30 por ciento de extensión.
En cuanto a Casimiro Castro, presentaba quemaduras de primero y segundo grados en un 40 por ciento de su cuerpo. Se le notaban quemaduras en el rostro, ambas piernas, espalda, los brazos, los pies y muchas otras partes. También desgarres en la piel.
Dirigentes del PRD muestran apoyo
Varios dirigentes del PRD esperaban en la clínica los resultados de las operaciones a los lesionados. Entre ellos se encontraban el ex Vicepresidente de la República, doctor Segundo Armando González Tamayo; José Francisco Peña Gómez, secretario general del PRD; el diputado Jottin Cury y otros.
También visitó la clínica el ingeniero Caonabo Javier Castillo, secretario general del Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC).
Anteriormente Casimiro Castro había sido electo en los comicios generales de 1962 en la boleta blanca por la provincia de Pedernales. Sus funciones cesaron cuando el golpe de Estado contra el Gobierno de Juan Bosch. Fue nuevamente electo como senador en los comicios de 1966, un año antes del atentado.
El legislador de Pedernales se había caracterizado, en sus actuaciones en la Cámara Alta, por sus constantes ataques a sectores opuestos a la política del partido al que pertenece.
Manuel Matos Ferreras descansa en la clínica Abel González luego de ser operado tras sufrir atentado. Obsérvense las quemaduras en su cuerpo.
El congresista opositor Pablo Rafael Casimiro Castro, mientras reposa luego de haber sufrido quemaduras en diversas partes del cuerpo.
Guillermo Lugo Heredia, uno de los acompañantes de Casimiro Castro, quien sufrió quemaduras de menor intensidad, descansa en la clínica Abel González.
Denuncia plan sistemático
Miembros del bloque de la oposición habían denunciado la existencia de un plan sistemático contra los legisladores del PRD.
El diputado Jottin Cury, hablando en nombre de los demás, dijo que “en vista de la gravedad del atentado contra el senador Pablo Rafael Casimiro Castro, confirma con eso la existencia de dicho plan”.
Jottin agregó que el plan había comenzado cuando la diputada por La Vega, señora Miriam Abréu de Mingijón fuera ultrajada de palabra por un miembro de la Policía Nacional. Luego sigue la golpiza al diputado Américo Pérez Mercedes en el municipio de Oviedo, hecho cometido por un miembro del Ejercito Nacional, y muchos otros acontecimientos en contra de la oposición.
Esto provocó la reunión del bloque parlamentario para enfocar la situación de terrorismo desatada contra ellos, denominados la oposición.
Peña Gómez expresó en torno a esa situación, que esas violaciones a los derechos humanos y el atentado al senador de Pedernales y sus acompañantes han de comprobar que el orden constitucional habría sido violado por los enemigos de la libertad. Terminó confirmando la reunión de los distintos comités del partido.
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